sábado, 7 de marzo de 2015

Catástrofes medioambientales

Prestige


Este video me produce sentimientos encontrados.
Por una parte, el hecho de que tantas personas acudieran  a ayudar a las costas gallegas me hace sentir, una vez más, algo de fe en el ser humano.
Si es cierto que pese a los muchos defectos que estos pueden acarrear a lo largo del  tiempo, la solidaridad se puede ver en estos pequeños sucesos.
El problema es que se necesite de estas catástrofes para que ese sentimiento brote.
Somos capaces de recorrernos miles de kilómetros para ayudar  cuando algo se hace famoso, de esforzarnos al máximo si nuestro esfuerzo va a ser reconocido, pero en cambio, no somos capaces muchas veces de ayudar a la persona que esta a nuestro lado.
Así que, pese a la esperanza que este video me transmita, no puedo evitar la desilusión puesto que, lo que lo ha desencadenado fue la publicidad, el que era noticia.
Así pues, también se podría hablar del echo de que no se lleven a cabo las medidas de seguridad requeridas para evitar que esto sucediera. Tendemos pues, a confiar mucho en que las cosas mala no van a pasar, evitamos pensar en los peores escenarios... y esto nos lleva a fijarnos menos en las acciones, en valorar poco lo que tenemos y lo que hacemos... y hasta que pasan cosas como esta no somos capaces de darnos cuenta del daño que muchas veces hacemos.
Es pues, otra muestra de ignorancia referida a las consecuencias de nuestros actos que, una vez más, la humanidad decidió crear.
Estamos destrozando el planeta con estas acciones que vemos muchas veces vanas e inofensivas, sin darnos cuenta de lo que esto provoca.
Pues, si de verdad hubiéramos echo para quitarnos la venda de los ojos, ¿nos dedicaríamos a realizar acciones como estas?
Y si la respuesta es si ¿qué clase de seres racionales somos que por buscar un poco de alegría y comodidad en nuestras vidas somos capaces de provocar muerte y destrucción?
Así pues, y ya para acabar.
Desearle al mar que envuelva con sus olas la tristeza de aquello que la historia del Prestige provocó, y que con esta desolación olvidada, se lleve con el el perdón inmerecido por nuestros actos. Además de desearle que algún día, las consecuencias de lo todo esto desaparezcan de sus moléculas y vuelva a estar limpio y puro.

 Iria Lorenzo Blanco



            Río de muerte, catástrofe ecológica por la rotura de la presa de Aznalcóllar (1998)


Desastre Aznalcollar- La catástrofe anunciada
Hace más de una década, se produjo una de las mayores desgracias ecológicas de la historia de España.  La rotura de la balsa de decantación de la mina de pirita de Aználcollar. (Sevilla)
Una avalancha de aguas ácidas y altamente nocivas para el ecosistema, se vierte al rio Guadiamar y Agrio, haciendo que se desborden, que las aguas ácidas se filtren en la tierra y propiciando la muerte de miles de animales.
Al parecer el tribunal supremo en el año 2004 condenó a la empresa a pagar 45 millones de €, pero ya se sabe que para llenarse los bolsillos rápidamente se actúa sin embargo,  cuando se trata de pagar…
Esta desgracia había sido ya anunciada por diferentes medios antes de que sucediera. Cabe preguntarse, ¿por qué hicieron caso omiso tanto la administración como la empresa? la respuesta es muy sencilla: por qué no les compensaba. El Parque de Doñana se vio afectado por esta catástrofe, pero sin embargo, a día de hoy, nadie ha asumido responsabilidades. Este sistema se está cargando el medio en el que vivimos, y lo hace a pasos agigantados. Podemos aplaudirles, o espabilar e intentar cambiar las cosas. 
Manuel Reguera Pereira



ARAL,  EL MAR PERDIDO






Cuando pasa algo grave, lo primero que se busca es la culpabilidad de alguien y, entonces quienes están más cerca, pasan a ser inmediatamente quienes llevan la mayor responsabilidad.  Luego entonces, en el caso que nos ocupa, relativo a la pérdida del mar de Aral del Asia Central, posiblemente harían responsable a los países de la antigua Unión Soviética. ¿Pero es esto así? ¿Le competía sólo a la antigua Unión Soviética o  hay algo más que está fallando desde hace tiempo? ¿Nos falta humanidad?

            En ocasiones, se protege el patrimonio cultural, que no digo que no haya que hacerlo, que sí que hay que hacerlo. ¿Y por qué se hace? Posiblemente, porque al ser creado por el ser humano, es como si el valor fuese diferente. Pero sin embargo, el patrimonio natural al estar ya creado, es como si no nos competiese  tanto, ¡Y así nos va!

            ¡Qué decir, de las imágenes! Realmente, dolientes, en más de un sentido. De un lado,  por la pérdida natural por el desastre ecológico que eso supuso para el medio natural, y de otro la pérdida de un medio de subsistencia para un pueblo que vivía de las ganancias que sacaba del mar, además de acarrearle todo tipo de enfermedades. ¿Y todo, por qué? Probablemente porque alguien pensó sólo en los beneficios económicos creyendo que el mar sería una fuente de vida inagotable y que una plantación de algodón, o los excesos de plaguicidas y fertilizantes que contaminasen las aguas superficiales, sencillamente, no importaba mucho.

            Además de esto, los desastres ecológicos también traen cambios en el clima, por lo cual la desertización se da a mayor escala por la falta de lluvia, prolongándose los inviernos, ya de por sí fríos, pasando por lo tanto a ser más prolongados y con temperaturas aún más bajas, lo que repercute, indudablemente, en la salud de sus habitantes.

            Por lo tanto, antes de plantar cualquier especie, sea algodón, u otras especies autóctonas de otros países, que substraen la vida que la tierra no tiene (por ejemplo eucalipto traído de Australia  para España), pensemos antes las consecuencias que traerán su cultivo y no tanto, en los beneficios económicos del momento, que en un muy corto espacio de tiempo, estos se vuelven en contra nuestra. ¡Y con toda la razón!
Mª Elva Vega Grande

Peli: La pesadilla de Darwin

Estamos ante una pesadilla, sí, la que viven esas personas todos los días de su vida, entre miseria, hambre y prostitución. El lago Victoria se ha convertido en una fuente de explotación de los países desarrollados, en busca de una variedad de pescado introducido ya en los años 60: la perca azul. Ésta acabó con los demás peces del lago, y hoy en día es exportada en toneladas a los países desarrollados.
Al leer esto, cualquiera puede pensar que supuso un gran avance económico para los países que viven alrededor del lago, pero la realidad es la que se nos muestra en el documental; trabajan explotados por una miseria, muchos no ganan más que 1 dólar al día y casi todas, o más bien todas, las mujeres se ven obligadas a ejercer la prostitución. De este modo, Europa y otros continentes, compran pescado muy barato y lo venden aquí muy caro,(también hacen esas actividades en otros países) proporcionando un beneficio económico que permite mantener el sistema capitalista. Al mismo tiempo que los aviones transportan el pescado, llevan armas a los países Africanos. A pesar de que no queda del todo claro que esto sea así, particularmente me parece que así es. A los países desarrollados les interesa que esos países se peleen entre sí, además  proporcionándoles armas a los dirigentes, pueden mantener a raya a las comunidades. Triste pero cierto. Triste que para que aquí vivamos medianamente bien, más del doble tengan que estar viviendo en una pesadilla. Una pesadilla de niños huérfanos en la calle, estómagos inflados, pero no de comida, sino de desnutrición; que querrían estudiar para trabajar algún día de profesores o abogados.
La economía neoliberal se mantiene y depende principalmente de los países subdesarrollados. La realidad es que vivimos en la indiferencia, por qué nosotros/as no somos los/las explotados/as. Reflexionar está muy bien cuándo no se sabe bien cómo actuar. Y así vivimos.
Manuel Reguera Pereira



LA PESADILLA DE DARWIN
Cuando sacan imágenes de las personas en África, aunque vivan en extremas circunstancias, siempre tienen una sonrisa, se diría que aplican la canción que sale en “La pesadilla de Darwin”, a pesar de que su gran pesadilla siga siendo quien durante tantos años se ha encargado de exterminarlos y de cerrarle las puertas. ¿Y todo por qué?
Han pasado ya 10 años desde el estreno del documental y parece que nada haya cambiado, ya que se seguirán dando cada día esas escalofriantes imágenes. Porque no hay que olvidar que la pesadilla sigue vive, ya que la “perca”, eufemismo sin duda del ser humano del primer mundo, sigue cobrándose vidas cada vez que pone una valla o cierra una puerta, a aquella persona que no tiene con qué pagar un billete y que seguirá muriendo allá de hambre o en el camino en el intento de querer creer que lo que dice la canción de “Don’t worry, be happy” es realmente verdad.

Duele pensar que cada vez que estemos comiendo un pescado en este mundo globalizado, en la otra parte del mundo, no muy lejos de nuestra vieja Europa, se esté muriendo o malviviendo una persona, porque sigamos agachando la cabeza mirando lo que dice el “W.APP y dejando de lado de ver, o negando, todo lo que sucede a nuestro alrededor.
A toda esta pérdida de vidas humanas, además hay que unirle el desastre ecológico que sin duda seguirá provocando el devorador pez en el lago Victoria, dado a conocer en otras ocasiones, como majestuoso. No sé si algún día he comido perca, pero sin lugar a dudas, lo mismo que hiciera Escarlata en “Lo que el viento se llevó”, pongo por testigo a este Blog, que aunque egoístamente quizás, nunca la comeré y deberé dejar pasar un tiempo hasta que pueda “digerir” otro de estos peces.

Si los “Diamantes de Sangre” dolía verla, el experimento que dio lugar a tal pesadilla, sabes que estará ahí siempre para recordarte, que o hacemos algo por la otra arte de la Humanidad o “el gran pez” terminará un día por devorarnos a la otra mitad.

Estaría bien que su director, con los premios que seguramente ganó por mostrar tal crudeza, costease campañas para acabar con tanto sufrimiento,

Mª Elva Vega Grande



La pesadilla de Darwin

Tras haber realizado el visionario de este video, puedo decir que mi indignación crece.
Es muy triste ver, por ejemplo, como los/as niñas/os viven en la calle tras haber perdido a sus padres, o que estos no quieran hacerse cargo de ellos/as. O de como se pelean, y fuman solamente para poder soportar la dureza de la calle.
Ninguna persona debería de vivir así su niñez, y estoy segura de que muchas/os no llegaran a alcanzar su adultez.
Es también terrible descubrir que muchas mujeres tienen que prostituirse solamente para poder mantenerse. Pero casi es más indigno que el párroco les recomiende no ponerse condón porque según el "la promiscuidad es pecado".
No entiendo como una persona puede hablar de la necesidad que tienen que pasar esas mujeres para tener que realizar ese empleo, y al mismo tiempo decirles que si toman las precauciones para no quedarse embarazada o no coger ninguna enfermedad serán castigas por el Señor. Es una contradicción en sí misma pues, ¿no están recibiendo ya castigo suficiente sin merecerlo?
Si es cierto que se pudo observar un poco las dos caras de la misma moneda, pues, se veía a los trabajadores y empresarios, y luego a las personas de la calle, con sus diferencias.
Pero... ¿cómo una persona puede estar tan desesperada hasta el punto de evitar operarse y seguir trabajando en un lugar donde verdaderamente le hace daño solo para poder comer? ¿Cómo puede ser que gente pida la guerra porque así sería reclutada y podría volver a cobrar y tener con qué alimentarse?
Es muy desolador ver lo que tienen que sufrir estás personas, el dolor que tienen que sentir... y ver que nadie hace nada.
No obstante, esa realidad se puede aplicar al lugar donde vivimos con pequeñas modificaciones.
Pues, ¿no hay mujeres que tienen que hacer la calle para sobrevivir? ¿No hay gente sin recursos que duerme en el frío suelo por falta de vivienda? ¿No existe gente que trabaja por un sueldo miserable y en condiciones infrahumanas solo por conseguir algo de dinero con el que sobrevivir?
No nos engañemos, puede que el dolor, la pobreza... viva en África, de eso estoy segura. Pero no necesitamos recorrer tantos kilómetros para poder observar el daño que las personas sin recursos sienten cada día.

Solo tenemos que salir a la calle.
Iria Lorenzo Blanco







martes, 3 de marzo de 2015

Vídeos decrecimiento y consumo

Carlos Taibo-Decrecimiento y consumo
Este video muestra parte de una conferencia que Carlos Taibo dio en febrero de 2009 en Pamplona sobre el decrecimiento.
En ella, Carlos hace referencia a varias metáforas y diferentes ejemplos estadísticos para explicar como el hecho de ser, en este caso Estados Unidos, una de las más grandes competencias industriales y tecnológicas del mundo, no significa que sea la mejor en calidad de vida.
Esto es, y siguiendo sus propios ejemplos, que el tener el último modelo del coche más avanzado hace que te muevas más en el, camines menos y por lo tanto hagas menos ejercicio, necesario para tu salud. Que tener las máquinas más avanzadas y costosas, no siempre ayuda a salvar una personas, puesto que aunque los medios son importantes, muchas veces nos centramos tanto en ellos que nos olvidamos de lo primordial, que es buscar la solución al problema planteado.
Esto es, si yo tengo que operarme, me pueden abrir con el bisturí electrónico, con el quedara una cicatriz menor, pero sin embargo la función es la misma, abrirme. Ahora bien, si yo por utilizar el electrónico me confió porque es más preciso que el tradicional y me olvido un poco de controlar mi pulso, tengo aparatos más avanzados, sin embargo el fin va a ser el mismo, y la persona vale menos frente a la modernización.
Así pues, lo que puedo llegar a entrever con lo que nos dice el conferenciante, es que no siempre el tener las cosas más avanzadas tecnológicamente, nos lleva a realizar mejor la tarea, ni a tener una mejor calidad de vida. Como pasa por ejemplo con los alimentos trangénicos, ya que tenemos elementos más “avanzados geneticamente”, produciendo más cantidad y en épocas no propias de ellos, pero sin embargo son más insanos.
Otro problema del avance al que Carlos Taibo se refiere, es que esto provoca una necesidad de consumo mucho mayor, por ejemplo, más gente más comida. Necesidad de conseguir más energía, más consumo de carbón, petróleo etc
Esto, a corto y largo plazo está provocando un problema enorme a la hora de la explotación de recursos del planeta. Y no hacemos nada para evitarlo, como mucho intentar que esto avance más despacio.
Es pues, una irresponsabilidad por nuestra parte seguir intentando mantener este ritmo de vida si antes no miramos lo primordial, que es la tierra y todo lo que ella conlleva.
 Iria Lorenzo Blanco














                 








"Metáfora del Nenúfar"



Termina Carlos Taibo su conferencia diciendo que “Quienes defienden, quienes defendemos, formas de decrecimiento en la producción y en el consumo, reivindicamos cambios radicales en las reglas del juego de nuestras sociedades” Para ello, utiliza en su relato la “metáfora del Nenúfar”. . Y es que visto así, a simple vista, sin profundizar, el nenúfar (consumo), que es como nos lo venden el capitalismo, realmente parece atractivo y nada dañino, ni para la población ni para el medio natural, por lo que se termina cayendo en la trampa y compramos, cuando no nos hace falta, sin pensar que esto provoca una superproducción que repercute en otras sociedades, llamadas primitivas, o de inferior categoría a la nuestra, que consumen lo necesario para subsistir, y que , sin embargo, encuentran la felicidad, que las sociedades llamadas avanzadas, andan buscando como panaceas universales.
Así pues, hagámosle caso, a quien sabe más y unámonos al decrecimiento aunque esto suponga que tengamos que cambiar nuestras formas de vida. El nenúfar es hermoso, sí, en verdad que lo es, pero de vez en cuando estaría bien pensar en las demás personas que habitan el Planeta, y en las que un día vendrán.
Mª Elva Vega Grande






Ultimátum evolutivo
El vídeo mostrado tiene un fuerte carácter didáctico y podría emplearse en actividades con niños y niñas en el campo de la educación ambiental ya que el formato es bueno: breve, divertido, stop-motion, etc.
En cualquier caso, el vídeo narra mediante un formato animado, la realidad social en la que vivimos. Malgastamos el agua, un bien escaso y necesario para la vida; hacemos un consumo energético muy elevado; generamos gran cantidad de basura al día y contaminamos la atmósfera desplazándonos en nuestros propios vehículos, todo ello sin tener en cuenta todas las consecuencias negativas que estas acciones conllevan a nuestro medio, y por ende a nosotros, los seres humanos.
Si sólo cambiásemos nuestras formas de actuar, lograríamos reducir este impacto medioambiental de forma considerable. Para conseguirlo, no sólo es necesario educar a nuestros niños y niñas en el respeto hacia los animales y la naturaleza, sino que también es de vital importancia educarlos para hacer un consumo adecuado de los recursos naturales y energéticos. Ellos aprenden de lo que ven. Este cambio no sucederá in situ, pero si cada uno/a de nosotros/as pone su granito de arena, lograremos con los años, niños y niñas que vivan en un ecosistema más sano. Esto se traduce en más años de vida para el planeta y obviamente para nuestra especie.
Como bien se dice al final del vídeo: (Eduardo Galeano) Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo.
Manuel Reguera Pereira