En esta foto podemos observar la realidad que
se nos esta presentando desde hace mucho tiempo.
El ser humano lleva años, no siempre a
proposito, destruyendo el planeta.
Esto nos lleva a plantearnos hasta que punto
somos verdaderamente beneficiosos para otras especies, y para nosotr@s mism@s,
puesto que la realidad existida es mucho más oscura de lo que pensamos:
matamos, destruímos y buscamos muchas veces hacer daño.
Iria Lorenzo Blanco
Esta imagen con su respectivo mensaje, nos sirve de
reflexión. Es muy clara per se, sin
embargo se puede hacer un breve análisis de la misma.
Nos marca la clara
diferencia entre una necesidad creada por el ser humano (wiffi) contra otra
imprescindible para todos los animales (el oxígeno). Tendemos a valorar,
equívocamente, más las primeras que las segundas debido al momento en el que
vivimos, dónde las TIC juegan un papel importante en la vida de las personas.
Sin embargo, no debemos olvidarnos de nuestras “raíces”, qué están
implícitamente en la naturaleza.
Estamos, quizás, ante uno de los mayores problemas del ser humano:
las acciones que no tienen consecuencias inmediatas no generan aprendizaje.
Entonces, cabe preguntarse ¿dónde está el límite en la deforestación? En la
estupidez humana.
Manuel Reguera Pereira
PÁJARO: Si, si queremos que las cosas cambien, deberemos
empezar por la Educación, a pesar de los recortes, porque recordad lo que había
dicho “el alma grande” de India, Gandhi, “Nadie
puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras se hace daño en otro. La
vida es un todo indivisible”. Y sin embargo, ahí está la Humanidad haciendo
“sangrar” la Tierra con todos los desastres ambientales y humanos que está
provocando en el entorno natural. Precisamente, hoy acabo de llegar de la
República del Congo, y todo sigue igual por allí, a pesar de que hace años
llevan hablando y debatiendo, a este lado del Planeta, de que el Coltan, es un
mineral que se convierte en mortal. Y esto pasa porque lo extraen de las
entrañas de la Tierra; personas a las que esclavizan, mayores de edad, pero
también población menor de 12 años, a la que deberían ofrecerle una Educación,
lo suficientemente buena, para que siguiesen trabajando en defensa de los
Derechos Humanos, donde tendría su apartado especial, la Educación Ambiental,
ya que la conservación del Planeta, del día de hoy, de forma ética, se
convertirá en Vida para futuras
generaciones. Y es que con este
material, una vez extraído fabrican productos informáticos y de
telecomunicaciones, que utilizan más tarde de forma masiva, sin pensar en todos
los daños que su uso provoca. Por lo tanto, la Educación debería ser el “arma”
que mostrase que mientras en la mayoría de los países, están jugando con
videojuegos, utilizando ordenadores o teléfonos móviles, de forma arrogante e inconsciente,
el suelo congolés se traga la vida de personas, mayores y menores de edad, y
poco a poco, el mal uso de este mineral y otros desastres, se terminará
tragando a la Humanidad.
Quizás mañana podamos debatir de un proverbio
chino que nos nombra a nosotr@s y que dice
“Que los pájaros de la
preocupación y la inquietud vuelen sobre tu cabeza, no lo puedes evitar, pero
que aniden en tu pelo, si lo puedes prevenir”
Mª Elva
Vega Grande